Salamanca ofrece una zona peatonal que cubre prácticamente toda la zona antigua y que hace que te puedas relajar por la ausencia de peligros para los más pequeños. Además siguiendo las indicaciones del juego “Salamanca en detalles” que facilitan gratis las oficinas de turismo, los más pequeños explorarán y aprenderán con la búsqueda de los tesoros y detalles que se esconden en las fachadas de los principales monumentos: desde la famosa rana, el astronauta, la cigüeña o el mono comiéndose un helado…
El río Tormes y su embarcadero también es una buena opción para pasear con los niños por sus riberas o dar un paseo en barca.
Qué hacer con niños en Salamanca
Existen varias propuestas de actividades si viajas a Salamanca con niños:
Tren turístico: la ciudad se visita cómodamente paseando, pero una divertida opción es recorrer la ciudad con el tren turístico que sale de la Plaza de Anaya.
Museo de Art Nouveau y Art Déco: cuenta con una colección de muñecas de porcelana, muñecos autómatas y juguetes que sorprenderán no solo a los niños. El edificio es, además, sorprendente en sí mismo, una preciosidad y una joya arquitectónica del arte modernista con vidrieras de mil colores.
Museo de Historia de la Automoción: con más de 200 coches, accesorios y documentos de todas las épocas desde su creación.
Colección Artilugios para fascinar: con todo tipo de artilugios y sistemas de animación y proyección, para una visita más que divertida.
Museo del Comercio y la Industria: donde los más pequeños de la casa descubrirán inventos curiosos e innovaciones.